EL INSPECTOR NEGRITO

(UN BUEN LIBRO PARA NIÑOS)

                                         Por Reinaldo Edmundo Marchant

Yvonne Loyola es una escritora chilena radicada hace lustros en Alemania. Dedicada a la literatura infantil, ha escrito cuentos breves, poemas, novelas y una obra de teatro titulada “El Rey Jorge Tiene Cumpleaños”, una divertida historia en que niños y animales comparten la vida rutinaria, con todos los matices y diferencias del caso.

Loyola, basa sus historias y sensibilidad en los años que trabajó en Europa en la protección de animales y cuidado y respeto por el medio ambiente. También, ejerció como académica de español en la Universidad  Popular de Bergisch Gladbach de Alemania.

Fundadora del Club el Inspector Negrito y de la Escuela de Teatro para niños en Alemania, ha volcado su talento en la creación de una colección de cuentos que enseña a los adolescentes la importancia  de querer, cuidar y proteger la naturaleza.

De paso en Chile, acaba de presentar en la Casa de Pablo Neruda, La Chascona, por primera vez en su tierra natal, El Inspector Negrito y su Primer Caso – ediciones del Gallo, 2009-. A la vez, dictó charlas y sostuvo coloquios con estudiantes de diversos establecimientos.

El libro ya había sido lanzado en Alemania y Barcelona, España, generando buenos comentarios y genuino interés de los lectores.

El texto trata de un gato negro, joven y divertido, especial, quien se convierte en defensor de los animales del planeta. Esto que parece muy simple, va acompañado de un modo narrativo alegre, gracioso, salpicado de anécdotas ingeniosas y de frases con contenido de actualidad: la orfandad absoluta de la especie humana y de la naturaleza.

La historia remece, a través de su discreción, por  la relación del minino – alter ego de la propia autora- y el armado sugerente, provocador, abierto y descrito con cualidades en el estilo.

Loyola tiene un aspecto a su favor: no le tiembla la mano al escribir sobre los mundos de los niños y los animales, garantizando su sello personal. Lo que, ciertamente, es un acierto.

La creencia indica que los felinos oscuros atraen la mala suerte. No es el caso en este libro. Yvonne Loyola se vale de él no sólo para admirar su belleza y carácter juguetón, sino lo aplica con un fondo de enseñanza, adivinanza y educación.

El gato negro, si se toca y ve, da suerte. Al menos esto ocurre con el Inspector Negrito.

Sin duda, el texto está dirigido a los niños.

Sin embargo, el lápiz filoso de la autora, que destaca sentencias y lecciones, permite que las micros historias sean devoradas por los mayores: la receta es elemental, los temas que toca mantienen en vilo a quienes buscar preservar el planeta. En un país – el nuestro-donde la literatura infantil es escasa, El Inspector Negrito se convierte en un aporte significativo en el sombrío medio local.